martes, 30 de agosto de 2016

Frustración

Así estoy: sacando los palos que algunos le han puesto a las ruedas de mi vida. No he querido escribir nada de esto porque ni siquiera yo, que me he cachondeado de una operación pañal bastante delicada y larga, le consigo encontrar un lado cómico.

Quería irme a USA a principios de 2016. No pudo ser. Después quise irme antes de verano, y no dio tiempo. Finalmente pensé en irme al terminar este año, y al final me iré cuando los astros se alineen.

Todo empezó con la DGT, la querida Direccion General de Trafico a la que todo el mundo le tiene cariño. Para quien no lo sepa, estos llevan de huelga desde el verano de 2015. Eso se traduce en que aunque la huelga oficialmente haya terminado hace meses, los retrasos que esta ha ocasionado siguen ahí. Y claro, para solucionar este tinglado han montado otra huelga encubierta que todavía lo mejora todo un poco más.

Esto se traduce en que me he pasado un año entero intentando sacarme el carnet de conducir. Primero fueron las esperas de tres meses para poder entrar en listas de examen teórico. Me apunté en junio y me pude presentar a principios de octubre.

Cuando llegó la época de hacer las prácticas, a un precio indignante para cualquiera, a altas horas de la noche porque a parte del carné, estudiaba y trabajaba a jornada completa.

Finalmente, llegaron los meses (en plural) de espera para poder presentarme a examen. Y una vez allí, tocaba tragar los suspensos que no eran suspensos y los examinadores que entraban al coche diciendo que hoy ya tenían a su cupo de aprobados lleno, los meses largos de espera para otro examen y pagar pagar y pagar por todos lados. Todo muy alentador.

Pero no te quejes, no abras la boca, no te defiendas. Y en medio de todo esto, independizarme y mudarme a 100 km de mi ciudad, teniendo que regresar una vez a la semana solo para hacer practicas.

Una vez superado esto, pensaba que todo seria un camino de rosas.

Pues no.

Empecé a rellenar el perfil de la agencia y fui a gestionar el papeleo. Resulta que el certificado de penales sigue costando horas de cola, con suerte puedes sacártelo el primer día que vas. Obviamente la única manera de sacarlo sin depender de Correos y que, por tanto, esperes más de un mes, es en Barcelona, en una oficina donde solo dan 20 números al día. Vaya, que la gente madruga para hacer cola antes de que abran.

Entonces, en ese oasis para conseguir el certificado, la chica de la agencia te dice que el carnet provisional no les valía para mandar mis papeles a Alemania, a que los gestione la agencia. Así que tocó esperar a que mandaran el carnet oficial. Teniendo en cuenta que el provisional tardó casi un mes... Paciencia y dos tilas.

Y no contentos con eso, con todo el trabajo añadido que irse a USA supone en mi vida, la chica de la agencia me convoca a una entrevista en Barcelona. Eso ponía en el email. En Barcelona. Días después la chica que me hará la entrevista se pone en contacto conmigo y me informa que la entrevista es en Calella. Ahora poned Calella en Google Maps. Una hora y media en RENFE, dirección Gerona, desde Barcelona. Eso es la teoría, porque la línea que te lleva es la R1, la mejor de todas. Vaya, que las dos horas buenas que vas a pasarte en el tren no te las quita nadie.

Si esto no fuera suficientemente triste, ahora recordad que ya no vivo en Barcelona, sino a una hora en coche de allí dirección Valencia. Eso quiere decir, en resumidas cuentas, que ir a la entrevista me supone 6 horas de viaje de ida y otras tantas de vuelta en trenes regionales, más pedirme un día libre en el trabajo y por lo tanto, perder el sueldo de ese día. Que obviamente, independizada, el dinero me sale por las orejas. Me pregunto yo si las agencias no conocen aun algo llamado Skype...

Total, que no es que no quiera contar mi experiencia, es que esta todavía no ha empezado. Y al paso que voy...

En fin. Al menos tengo salud.

jueves, 5 de mayo de 2016

Querida yo dentro de 10 años

Querida yo;

Pasados ya los 30, se que recordarás todo esto con cariño. Quizá les hayas hablado de tus niñas alemanas a tus hijos, o quizá las conozcan y se rían contigo rememorando algunas de las maldades que hicieron y que ahora recuerdan por las cosas que sus padres les han contado de mi. Quizá incluso le has explicado algunas de mis aventuras a tu propia au pair. Quien sabe.

Se que todas las cosas que escribo aquí, ahora están cubiertas en una encuadernación cara de tapas duras, mientras acumulan polvo guardadas en alguno de los estantes más altos de la librería, o en alguna caja bajo la cama.

Pero te escribo para que sepas, que a pesar de que ahora solo sean recuerdos vagos de cuando eras joven y hacías locuras, valió la pena. Se que al estar tan ocupada con tu rutina, tu trabajo y tus problemas, a veces crees que olvidas todo lo que aprendiste esos años, a los que recuerdas muy a menudo.

Se que a veces te acuerdas de aquellas personas a las que conociste en ese tiempo. Te sientes mal por haber perdido el contacto con muchas de ellas, pero agradeces a aquellos que siguen a tu lado después de tanto tiempo.

Ahora voy a empezar otra locura. Otra de esas cosas que sabes que al contarlas, más de uno se echará las manos a la cabeza, pero que acabarán aceptando. Ya sabes a cual me refiero.
También espero que ahora, todo esto sean buenos recuerdos y que sonrías al acordarte del momento en que pensaste que era una buena idea.

Por esa razón, deseo que mi aventura en USA deje en ti una huella parecida a mi aventura en Alemania.

Con cariño;

Tu yo de 23 años.

lunes, 8 de febrero de 2016

Los 9 círculos del infierno, o la llegada de un cachorro a casa

Hace un par de meses, por casualidades y vueltas que da la vida, un cachorro orgullosamente mestizo pasaba por el umbral de mi casa para hacerse un hueco entre la cama de mi otro perro y el sofá. Han sido dos meses demasiado muy intensos, en los que me he cagado en Cesar Millán unas ocho veces al dia y he echo búsquedas en Google tan normales como "Cómo evitar que mi perro se meta ENTERO en el bol del agua" o "Cómo hacer que mi cachorro deje de robarme las bragas".

Ahora que la situación ya está, por decirle de algún modo, estabilitzada, he decidido hacer una reflexión, y contar, como no, la realidad.

Si señores, la pura y dura realidad. Nada de esas publicaciones que se titulan "Porque no debes traer un cachorro a casa", donde entras y solo hay fotos de perros obviamente drogados porque a estas alturas SABES que un cachorro NUNCA duerme, mucho menos arropado en una manta (a no ser que esté meándola o la este desmembrando hilo a hilo) ni rodeado de flores (eso, definitivamente, es Photoshop).

Todo se resume en 9 fases, a cada cual más suicida entretenida:

Los 9 Círculos del Infierno

Primer círculo: Pues nos ha salido tranquilo

Los cojones.

Tu traes el cachorro a casa, le enseñas su cama nueva, su mantita de polar, su bol de comida y agua, y él lo huele encantado, se tumba, juega un poco con la manta... y alguien dice la frase estrella de "Pues parece que nos ha salido tranquilo". Os vais a la cocina, volvéis con el saco de pienso y SORPRESA. Ya no hay cama. La manta parece haber explotado. El bol de la comida está encima del sofá. Y en medio de todo ese follón, el perro mirándote con cara de "Si te cuento lo que ha pasado, te juro que no te lo crees!".


Empieza el juego.

Segundo círculo: Fregona

Todo son risas hasta que encuentras un zurullo encima del sofá. Esto es así. A partir de ese momento te pasas el dia mocho en mano recogiendo meados. Tu perro es una fuente de pis. Te asombra la cantidad de líquido (y sólido) que un animal de ese tamaño es capaz de producir, y por supuesto, te asombra todavía más el criterio que tiene sobre dónde soltarlo:

  • Encima de tus zapatos nuevos.
  • En medio de la entrada de casa, para que nada más llegar pises en blando.
  • En su cama nueva. En su manta. En sus juguetes... En realidad, encima de cualquier cosa que consideremos suya.

Y mi favorita:

  • Justo al lado tuyo mientras estas comiendo. Ten por seguro que será la mierda más apestosa que ha existido nunca. 


Tercer círculo: El Periódico

Solo sueltas la fregona para hacer una consulta desesperada en San Google: "Cómo hacer que mi cachorro no se mee por todos lados por dios que estoy desesperada y no se a que santo ponerle velas, le doy mi nómina entera a quien me de una solución POR FAVOR AYUDAD A UNA MUJER AL BORDE DE LA HISTERIA".

Y Google, en su immensa sabiduría, te da la solución: hacerle mear en periódicos y que se acostumbre a hacerlo siempre ahí. Te vas al quiosco, compras 10 periódicos edición dominical y te vas a casa creyendo ver la luz.

Parece fácil.

Bueno, pues no lo es. Probablemente lo destroce, se lo coma, juegue con él o te lo traiga a ti al váter (esto os juro que es verídico). Todo menos mear encima.

Pero tu estás decidida a que el perro aprenda a mear en dicho periódico. Es o eso, o tu salud mental.
Por lo tanto, la siguiente semana se puede resumir así:


Tu eres Batman corriendo hacia el periódico. La bomba es el perro mientras mea o caga.
Nota: Tened en cuenta que el perro no dejará de mear o cagar cuando lo cojáis al vuelo para llevarlo como si te hubiera poseído satanás al rincón donde tiene el periódico. Entonces, la posibilidad de terminar con pis de perro de cintura para abajo o de pasar derrapando todo el comedor porque habéis pisado terreno pantanoso, es alta. Muy alta.

Cuarto círculo: El bulto

Con el tema periódico y pipi más o menos controlado, la veterinaria por fin te da bandera verde para empezar a sacar el perro a la calle. Eso si, en brazos (lloros internos).


La veterinaria se debe creer que eres Schwarzenegger porque mi perro con 2 meses ya pesaba 7 kg. Y cargar más de 10 minutos a 7 kg que solo quieren libertad mientras andas por el monte está en manos de muy pocos. Yo no soy una de ellas, así que me agencié una mochila vieja del Decathlon y bueno... :

Aunque ni yo sonreía así, ni mi perro estaba tan felizmente quietecito. No me juzguéis, por favor. Uno hace cosas que nunca se hubiera imaginado en estas situaciones.

Quinto círculo: Cuarto Milenio

Pocos días después, mientras te estás duchando, el perro conseguirá abrir la puerta y la escena de tu corriendo en paños menores (en pelotas, vaya) por toda la casa al grito de "Devuélveme mis bragas que son nuevas!", finalmente va a ocurrir.

Que no os de vergüenza, no hay dolor. Mantened la cabeza bien alta y rezad para que ningún vecino os haya grabado en vídeo.

Persigues al perro por toda la casa, hasta que se esconde debajo del sofá y ABRACADABRA.
¿Sabéis todos esos calcetines que últimamente han desaparecido en la cuarta dimensión de la lavadora? Pues parece ser que ni siquiera llegaron nunca a lavarse y una vez los encuentras, solo te los vas a poder poner de nuevo si te mola esto del vagabundo style.


Sexto círculo: Huracán Katrina

Al llegar el perro a casa, sabes que romperá cosas. Todo el mundo sabe que los cachorros lo muerden todo, lo que no te imaginas es la cantidad de sabotajes que es capaz de realizar un bicho tan pequeño.

Primero intentas que la destrucción se reduzca a una habitación. Fallas estrepitosamente.
Posteriormente tomas otro punto de vista y intentas limitar la destrucción a todo lo que esté a menos de un metro de altura. Descubres entonces que tu perro valdría para competir en salto de altura en las olimpiadas.
Después dejas tu casa en un estado minimalista con la esperanza de salvar, al menos, la decoración. Finalmente declaras tu casa zona catastrófica, te resignas y te vas a Ikea.

Séptimo círculo: La vida es chula

"¿Porque la mierda del perro tiene puntitos amarillos?"
"¿Amarillos? Deberían ser azules, ayer se comió un calcetín azul"
"Pues tiene puntitos amarillos"
"¿Te has fijado bien? Ayer tenia trazas verdes"

Las mierdas parecen sacadas de la tienda de Desigual de tanto colorido que tienen. Eso si, llega un momento en que pierdes la cuenta de la cantidad de cosas que ha de sacar la bestia y bueno... Para los interesados, al final lo amarillo era la suela de un zapato.

Octavo círculo: Perdona, eres gilipollas o algo?

En un momento claramente de desesperación, comentas las siete fases anteriores con alguien pseudo-experto, que acto seguido te recomienda que:

a) Le des un golpe en la nuca con una revista doblada cuando haga algo mal.
b) Le restriegues el hocico en su propia mierda cuando no lo haga donde debe.
c) Le des agua solo tres veces al día, con la comida.
d) Le "busques otra casa".

Sera un cabrón con ganas, pero es mi perro y lo quiero, así que para todos esos iluminados que dan estos consejos, o para quien los pone en práctica:


Noveno círculo: Lo peor ha pasado

Llega el esperado día en que ya puede salir a la calle. Probablemente en este momento tu ya te hayas encomendado a vírgenes que hace un par de meses no sabias siquiera que existían. Has llenado tu móvil de fotos y vídeos de tu perro. Incluso tienes uno en el que te roba las bragas, y ahora te hace gracia.

Ha llegado pues, el momento de presentarlo en sociedad, porque como todo el mundo te dice, lo peor ya ha pasado.


Lo sacas por fin, entre lloros de alegría y confeti (que probablemente se coma) a dar su primer paseo.

Espera, espera. 

¿Porque muerde la correa ahora? 
¿Porque se come las mierdas del suelo?
¿Porque se come también lo que no son mierdas?
Dios mío, ¿Nunca dejará de ir como vaca sin cencerro?
¿Porque quiere a matar al perro del vecino?
¿Porque ....?

¿Que lo peor ya ha pasado? 
¿Quien fue el degenerado que se inventó semejante mentira?

miércoles, 6 de enero de 2016

Vagabundo Style, o cómo vestirse para ser au pair

Hace ya un tiempo, recibí un email que me hizo reír a carcajadas. De verdad, me alegró el dia. Esa chica me pedía si podía escribir una entrada hablando de mi rutina de la mañana y de los oufits con estilo que usaba para trabajar de au pair. Palabras suyas, no mías.

Despues de consultar en Google, enterarme que era eso de la rutina de la mañana, leer diversos sitios donde esas fashionbloguers hacen maravillosos tutoriales de maquillaje a las 5 de la mañana (que me pregunto yo, ¿a que hora se levanta esa gente para ir a trabajar? Porque si yo me pongo a hacer chapa y pintura a ese nivel, tardo un par de horas bien buenas en salir de casa), vi como se vestían y posaban con looks comodísimos y TO-TAL-MEN-TE funcionales... Decidí escribir mi propia entrada, tal y como le prometí a la chica.

Vagabundo Style 
(o como vestirse para ser au pair)

Mi rutina de la mañana es simple, poco interesante y bastante realista:

Suena el despertador, lo paro, suena de nuevo 5 minutos después, lo paro... y esto se repite unas 5 veces más. Me levanto, me quedo un tiempo indefinido sentada en la cama mirando al horizonte mientras me planteo fingir una diarrea profunda para quedarme en la cama el resto del día.
Finalmente descarto la idea, me enrosco cual kebab en mi batamanta y me arrastro hasta la ducha para ver si debajo de un chorro de agua me vuelvo un poco más persona.

Fin.

Comprenderéis que mi dignidad me impida colgar material gráfico de este momento tan glorioso de mi existencia.

Por otro lado, esta el tema del "oufit con estilo para ser au pair". 

Durante estos años he dejado claro que el Vagabundo Style es mi filosofía de vida mientras estoy a cargo de semihumanos menores de 18 años. Hoy ha llegado el momento de especificar Qué es y Cómo se consigue este maravilloso estilo de vestir.

Por adelantado voy a agradecer a mi querida amiga Palouma su gran aportación a modo de colaboración con parte del material fotográfico en esta entrada. 

Todas las fotos se han hecho durante las horas de trabajo. No hay ni trampa ni cartón. Si hay manchas, o vamos despeinadas, es lo que hay. Señoras, esto es la vida real.

El Vagabundo Style consta de 4 oufits básicos y combinables, que se usan dependiendo únicamente de si hay que salir a la calle o no, y durante cuanto tiempo.

- Oufit 1 -
Me calzo unas bambas y a cascarla

Este precioso modelito se compone de una mezcla de prendas made in Decathlon (este factor es de suma importancia: si no es de Decathlon, no sirve). El oufit 1 se usa en dos situaciones:

a) Cuando te has dormido y no te da tiempo a vestirte.
b) Cuando has de salir a la calle pero por un tiempo tan tan corto, que no te vale la pena malgastar el tiempo para vestirte.

Mallas de yoga, o de cualquier otro deporte que se usen mallas, una sudadera y una camiseta de manga larga o corta según si se va a usar el coche o hay que ir andando, són las prendas ideales para crear un estilo como este. Sirve tanto para dormir como para salir a correr, lo único que cambia son los zapatos. 


En este caso, y como hay que salir a la calle, usamos unas bambas que nos peguen (o no) con la ropa (a poder ser, que sea la de fuera y no la interior). Si están sucias se gana puntos de vagabundez, cosa que mejorará notablemente el conjunto.


Podemos rematar el oufit con lo que yo llamo "quiso ser un moño pero terminó en pinza": 


- Oufit 2 - 
Parecía que iba a hacer calor, pero no.

Este look se usa si hay que estar vestido para trabajar. Pero quien dijo vestido no dijo bien vestido. Consiste en ponerte varias prendas de calle encima, sin orden ni moderación alguna, de verano y de invierno, todo mezclado. Manga corta, un jersey (importante: no han de combinar), y los tejanos más viejos que tengáis.


Nota: 
Lo que llevo colgado es un babero. Me hice varias fotos, incluso cogí un libro del niño para posar. Después vi las fotos en la cámara y... el babero. Como os digo, esto es la vida real.

Como decía, hay que estar vestida pero ojo, eso no significa con zapatos, que para algo estais en casa. Por ese motivo, lo indicado en estos casos es llevar esas zapatillas. Las de los chinos, las que compraste un dia con algún propósito que ya no recuerdas. Si te van 3 tallas grandes, mejor. Y si es de un color bonito como azul hortera, remataréis un conjunto ya de por si digno de pasarela.
Eso si, han de ser cómodas.


El peinado idóneo para este look es la "trenza-ni-un-pelo-suelto", que te recoge hasta el flequillo para que el niño de turno no juegue a ser Tarzán con cualquier mechón de pelo que se suelte de la goma. Hay que hacérsela sin mirarse en el espejo y ha de quedar torcida, sino puedes estropear el oufit.


- Oufit 3 - 
Er chándal

Este oufit es para salir a la calle de forma premeditada. Vaya, que se pretendía salir, y no como en el oufit 1, que te ha pillado de sopetón el asunto. Para esto nos ponemos una sudadera que NO lleve cremallera, ya que lo más probable es que se tenga que cargar a algun niño y las cremalleras, en ese caso, las carga el diablo (y más si tenéis pelo largo). En la parte de abajo, que cada cual elija según el clima o lo que le parezca cómodo para, probablemente, arrastrarse por el suelo.


Habrá quien use zapatos, pero esto es el Vagabundo Style así que seguiremos usando bambas. Las ideales son unas que os permitan pegaros una buena carrera cuando un niño decida hacer una escapada dirección carretera con coches. Puntos extra si en algun momento del pasado fueron de un color uniforme y ahora son... ¿marrones?:


El toque estrella de este modelito es el peinado: el "moño de abuela". Ya sabéis, ese que se hace haciéndote una coleta a lo choni (en la coronilla) enroscándolo y recogiéndolo con horquillas. 


- Oufit 4 - 
Hoy no se sale

Para terminar, los días que ni siquiera hay que salir de casa, uso la ropa más conocida del mundo: el famoso PIJAMA. El mío es de los Minions. 
Y lo llevo muy digna, como ha de ser.




Esta entrada está escrita para que nadie se crea que las au pairs / nannys vamos vestidas como en las fotos de las agencias. No os sintáis mal por usar chándal, de verdad, que vamos a cuidar niños, no a una sesión parlamentaria.
Guardad la ropa bonita para salir, no para trabajar, que para mancharla de comida y babas ya habrá ocasiones de sobra.