sábado, 29 de junio de 2013

10 tipos de amigos que tienen tus Hostkids

Por toda au pair es sabido que es absolutamente necesario conocer a todos los amiguitos de tus hostkids, más que nada para sobrevivir a su paso por la casa, o simplemente para saber de que lado mea cada uno antes de encontrarte una sorpresa en su presencia. Yo, después de un año en una familia con 3 niñas, cada una de ellas con más vida social de la que he tenido yo jamás, y teniendo en cuenta que el 90% de las veces, esa vida social se desarrollaba bajo el techo donde yo vivía, he llegado a la conclusión de que estos amigos se pueden agrupar fácilmente en 10 subgrupos: 

El mejor amigo forever-hasta-que-la-muerte-nos-separe

Éste es ese amigo que tienes en casa 24 horas, 7 días a la semana, y si, da la jodida suerte que es siempre en tu horario de trabajo. Vaya, que lo acabas conociendo como si lo hubieras parido. Suele ser un niño normalito, ni muy travieso ni muy bueno. Soportable, vamos. La relación de este amiguito con tu niño, suele ser parecida a una relación adolescente: discusiones continuas seguidas de reconciliación pasional. Cada 20 minutos, más o menos. Discusiones, por cierto, que aguantas tú entre lloros y berridos del uno y del otro, por razones tan intensas y profundas como que la Barbie quiere ir en coche a jugar al fútbol o a la playa a bañarse. 
Dentro de este apartado, hay dos variantes: Los mejores amigos elegidos por los padres, y los elegidos por el niño. Los primeros suelen ser aquel hijo de los amigos de los padres, o vecino amigo de los padres, o algo similar. Los segundos son aquellos que el niño ha conocido por sus propios medios, véase en la guardería o en el colegio. Al contrario a lo que os pensáis, no tienen porque ser mejor los primeros. 

El llorón

Véase ese niño que pase lo que pase y hagas lo que hagas, cuando lleguen sus padres a recogerlo estará berreando cual cochinillo en el matadero, dejándote en una posición de violadora infantil maltrataniños totalmente admirable. Ya puede haber pasado la mejor tarde de su vida armando el castillo de Legos más alto del mundo mientras come pastel de chocolate, que 5 minutos antes de llegar sus padres, seguro que se le derrumba el castillo y la tienes liada. O se tropieza con la alfombra. O ve que las piezas de su castillo no son todo lo rojas que el quería. Vaya, que cualquier excusa es buena para echarse a llorar, y siempre siempre llorará minutos antes de que lleguen sus padres. Palabra. 

El lapa

Es ese niño que tu niño no soporta, pero que no sabes ni como ni porque, aparece a jugar más a menudo de lo que tanto tu como tu niño querríais. Lo más curioso es que a ese niño le caerá genial tu niño, y le persigue y acosa hasta la saciedad. ¿Que acaba pasando? Pues que acaban en pelea porque tu niño no quiere jugar con él, y el otro lo persigue y no hay buena forma de que lo deje vivir en paz. 
Y a pesar de eso, sigues preguntándote quien narices ha invitado a ese niño cada vez que te lo encuentras en la puerta de tu casa porque viene a jugar.

El que no come

Este es el amigo que, no sabes como, pero siempre termina comiendo en tu casa. Y come asquerosamente mal. Peor de lo que tu podrías nunca llegar a imaginar. Ten por seguro, que nada, y cuando digo nada es NADA, de lo que tu puedas/quieras/debas cocinar le va a gustar. Y lo peor de todo es que tus niños, con ese afán de ser igual que sus amiguitos, de golpe te dicen que no les gustan las salchichas que llevan comiendo cada viernes de los 9 meses que llevas viviendo en esa casa. Y acabas cagándote en la madre que parió a ese niño, sobretodo cuando una hora después de comer viene tu niño medio muerto de hambre a rogarte algo que echarse a la boca. Y no le puedes dar nada porque entonces no te cena. Y maldices más cuando tienes que aguantar a un niño cabreado y hambriento por culpa de ese niño.

El comilón

Imagino que para contrarrestar el efecto del anterior, aparece este tipo de amigo. Ese amigo que no hay buen Dios que lo sacie en lo que a comer se refiere. Y lo peor es que estos, jamás los tienes a la hora de comer. No, siempre llegan en esas horas entre la comida y la cena. ¿Y que pasa? Que agotan el suministro de galletas, bollos, caramelos, frutas y yogures de la casa. Y aún así, lo primero que les dicen a sus padres cuando los recogen es que tienen hambre. Y claro está, tu entonces quedas como una sádica a la que le gusta que los niños pasen hambre. 

El falto de atención paterna

Ese que lo mires desde el ángulo en que lo mires, no tiene ningún tipo de educación. No te hace ni puto caso, jamás.
Lo peor de todo esto es que cada vez que este niño cruza el umbral de tu casa, contagia a tu niño y tardas días en volver a encauzarlo. Y claro, lo más difícil en este mundo es oírte un "Pero si Menganito también lo haceeee". Y tener que contestar de una forma creíble: "Pues tu no. Porque lo digo yo, la que ha gastado tanto tiempo en educarte para que no seas un Menganito en un futuro. Punto.".

El terrorista

Éste es un niño que ya entra por la puerta con una cara tal que así:


Y de ahí en adelante, las cosas solo van a peor. Usan a tu niño de sparring de su terrorismo y eso se vuelve una bomba de relojeria que puede explotar en cualquier momento. Normalmente, la forma en que la au pair trata el amigo terrorista, es bastante a terreno personal: estas totalmente segura de que ese niño te la tiene jurada y lo único que quiere es amargarte la vida. Y pasan cosas como encontrarte al perro pintado con ceras de colores, o verlo aplastando a base de pisotones en suelo recién limpiado del pasillo las lonchas de plátano que tu con tanto cariño has cortado, o que intentan quemar la alfombra del cuarto de tu niño con un mechero que no sabes como, ha llegado a sus manos en su casa y ha tenido el ingenio para llevarlo a la tuya y usarlo vilmente contra ti (y estos ejemplos son basado en echos totalmente reales). 

El raro

¿Nunca os ha aparecido ese amiguito que trae una muñeca rapada asimétricamente y sin un ojo entre sus brazos? ¿O lo has visto sacarse un moco con toda su inexistente discreción, echarlo a la   cuchara de la comida y metérselo en la boca? ¿O de golpe te ha aparecido corriendo desnudo  (completamente) por el pasillo de TU casa? 
Pues todos estos ejemplos (totalmente verídicos), son algunos ejemplos prácticos de lo que es el amigo raro de tus niños. Solo os daré dos consejos para afrontarlos:
1- Huir de ellos.
2- En caso de no poder seguir el primer consejo, ignorar sus rarezas. Por vuestra integridad mental os lo digo. 

El pupas

Alejaros de estos niños, o vuestros suministros de tiritas, vendas, betadine y esparadrapo se irá a pique en menos que canta un gallo. Estos especímenes son simples de reconocer: son aquellos capaces de tropezarse con sus propios pies en una superficie plana y lisa. Ya no hablemos si a su alrededor hay alfombras, muebles donde dejarse los dientes pegados o literas donde abrirse la cabeza es solo cuestión de ponerle empeño. O tropezarse por las escaleras, atragantarse con una sopa, resbalarse con el suelo de la cocina cuando va descalzo, partirse la crisma en la cama elástica del jardín o pegarse el leñazo más espectacular jamás visto con la bici, a pesar de llevar ruedines todavía. Os recomiendo que cada vez que llegue "El pupas" a vuestra casa, lo atéis bien fuerte a una silla y lo envolváis en papel de burbujas. Por el bien común de la sociedad aupairil. 

El mocoso

Alguien tenía que patentar este tipo de amigos de tus niños. Esos que por curiosidades de la naturaleza, tienen un asqueroso moco verde asomando por la nariz los 365 días del año. Sea la estación que sea. Ya puede ser agosto en medio de Sevilla, que ese niño ira con el moco colgón. Y ya puedes tu ir con el pañuelo detrás de el limpiándole la nariz, que ese moco vuelve y vuelve y jamás se va. Con estos niños, lo que más deseas es preguntarle a los padres: "Perdonen, pero han ido al pediatra alguna vez para que le miren ese moco perpetuo que su hijo tiene como siamés pegado a la napia?" 

miércoles, 19 de junio de 2013

Diferencias culturales y otros abismos I; Armas en casa

Aunque no lo parezca, invierto mucho tiempo en leer blogs ajenos, sobretodo para informarme o para ver otros puntos de vista. Uno de los sitios que leo muy seguidamente, es el blog de AupairMom, el cual muchas ya conoceréis y que yo, personalmente, os aconsejo leer si vuestro inglés os lo permite: no solo es bueno por las aportaciones del blog, sino también por los comentarios y los debates que ahí se generan y que te hacen ver muchas cosas en las que antes no te habías fijado.

El ultimo post que han publicado, me ha dado que pensar. Reconozco que ir de au pair a USA me ha pasado muchas veces por la cabeza, y perdonarme por la simplez, pero a estas alturas de la vida, una sabe que USA y armas van estrechamente de la mano. 

No quiero abrir un debate sobre posesión de armas, eso ya es otro tema, pero si acerca de que las HF tengan armas en casa. Lo diré claramente: jamás, y digo jamás, iría a una familia que tuviera armas en casa, ni siquiera armas de caza. 
¿Os lo imagináis? Los niños no son tontos, y ya bastante peligro suponen ellos solos, así que el echo tener un arma en casa se me hace un riesgo que no quiero correr, y más si es evitable. 
Imagino que a las au pairs europeas esto se nos hace un tanto más complicado, ya que la mayoría lo más parecido a una arma que hemos tenido entre manos es una pistola de agua o una de plástico ese día que nos disfrazamos de vaqueros. Y de golpe aterrizamos en un país donde las armas no solo son comunes, sino que son un derecho. Creo que esto es un abismo insalvable culturalmente. 

También es una cuestión de seguridad. Soy consciente que ahí tienen armas para su propia defensa. Bien, para mi, la mejor defensa es tenerlas lo más lejos posible. Al fin y al cabo, si alguien se me mete en casa a) no se usar una pistola, b) no creo que fuera capaz de disparar a nadie y c) me parece de lógica que si alguien se me mete en casa, y en casa tienen el arma en un lugar seguro, es decir, siguiendo por ejemplo las normas de seguridad de una asociación de armas por si tienes armas y niños en casa, sinceramente, si tengo que juntar las 2 piezas (si, se ve que tienen dos piezas) y encima poner la munición, y después quitar el seguro (ahora me entero, por cierto, que las pistolas tienen seguro), es más que probable que me peguen un tiro a mi antes de poder llegar a la pistola, o poderla montar. Por eso mismo no les veo ninguna utilidad.

Otro tema es el echo de que las agencias no preguntan si las familias tienen armas. Desde aquí, propongo pedirlo como pregunta de formulario a las familias. No me gusta que esté en las responsabilidades de la au pair tener que preguntar acerca de esto. Para mi, al menos, es incómodo. ¿Como se supone que preguntas algo así? Haces un parón entre interrogar sobre que tanto le gustan las manualidades a su niño y las horas de entrada y salida del colegio y les dices: "Ah, se me olvidaba, no es que crea que seáis una psicópatas y me queráis ningún mal, pero ¿que tan armados estáis en casa?". Es una pregunta fuera de lugar donde las haya, al menos en una sociedad como la nuestra, en la que las armas no están presentes. 

Las agencias nos piden a nosotras el certificado de penales, historial médico, (mucha) experiencia laboral con niños, referencias personales y profesionales... Dado que a las familias ni les piden referencias personales ni profesionales, ni les piden el certificado de penales, y sinceramente creo que no les piden nada más allá que cumplir los requisitos económicos, al menos podrían poner la simple pregunta de "¿Es usted poseedor de algún arma?" en su perfil. Creo que nos ahorrarían un momento muy incomodo en las entrevistas y más de una decepción. 

Creo que poco más puedo añadir. Solo recomendaros que las que estáis ahora mismo a la búsqueda de ser au pair en USA, preguntéis esto a las familias si es un tema que os preocupa. Actualmente, parece ser la única forma de saberlo.

¿Que pensáis acerca de esto? ¿Iríais a una familia que tenga armas en casa?

PD: ¡Nueva cabecera!

lunes, 10 de junio de 2013

Consejos para las familias II

Sorpresa!!!! 
Nueva apariencia, nuevo fondo (que es temporal, hasta que tenga tiempo de colgar el definitivo), nuevos gatgets... Os cuento un poco, que hay cosas nuevas y interesantes:
Como podéis ver a vuestra derecha, bajo la foto del perro hambriento, unos botoncitos que van derechos al nuevo Facebook del blog, al canal de Youtube donde próximamente colgaré vídeos (cuando termine exámenes...), al siguiente, si pasáis el cursor por encima podréis ver mi e-mail (apagayvamonosdeaupair@gmail.com), y finalmente, el link al foro "Mundo au pair".
Durante el próximo mes veréis algunos cambios más en el blog, que ya os iré contando. Quiero darle una apariencia que facilite un poco la lectura, que tanto naranja ya me estaba cansando.

Una vez explicado esto, volvamos al tema que nos ha llevado aquí... El maravilloso mundo de las familias. Os hago saber que la última entrada ha provocado un aluvión de e-mails de Hostmoms y de un Hostdad (muy majo, todo hay que decirlo) diciéndome que habían llegado a mi blog de rebote, pero que les había gustado mucho la entrada. Así que chicas y chicos bloggers: a publicar consejos para las familias, que aunque no lo parezca, ahí están ellas, al acecho...

Hoy traigo un par de ideas más para vosotros:

La caja del dinero

Como au pair, agradecí enormemente esta estrategia de mi familia alemana, y quiero extender la idea y la filosofía a todas las familias a las que pueda.
Por todos es sabido que muchas veces, la au pair ha de comprar cosas (leche, salchichas, unas cartulinas...) con su propio dinero, y después avisar a la familia de que se lo ha gastado, y después darles el ticket para que le devuelvan el dinero, y después esperar a que se lo devuelvan, y después recordar mil veces a la familia que te deben el dinero porque se olvida, y después .. No os parecen muchos pasos para algo tan simple? Por no añadir que a veces, acaba dando apuro decirle a la familia por quinta vez después de dos semanas de espera: Aun me debes los 15 euros del otro día.

Todo esto tiene una solución muy pero que muy fácil:
Como buena Hostmom que eres, compra una cajita, la pones en la cocina, y metes 50 euros dentro. Le explicas a la au pair, que puede usar ese dinero para comprar cualquier cosa que se le pida o que necesite (desde el pan, hasta una libreta para el colegio los niños), y que de vez en cuando, puede usar ese dinero para hacer cosas con los niños, previo aviso, a poder ser. Le pides que deje dentro de la caja los tickets de las cosas que compre y el cambio (o que apunte lo que le ha costado, porque en sitios como la panadería,  por ejemplo, no te dan ticket). Cada domingo por la noche, coges los tickets, los revisas, y rellenas la caja de nuevo con el dinero que falte para llegar otra vez a los 50 euros (que algunas semanas solo se habrá gastado 5 euros, y otras, si se ha llevado a los niños al museo, quizá falten 30).

¿Veis que fácil? No tenéis que ir pensando en cuanto le debéis a la au pair, y a ella le dais un margen de maniobra e improvisación con los niños (llevártelos a tomar un helado de vez en cuando, ayuda mucho en la relación niños-au pair, o levantarte una mañana de verano y decidir que es buena idea irte al zoo a pasar el día con ellos sin pensar en esos 30 euros que te deberá la familia y que sabe Dios cuando regresaran a tus manos).

Os aseguro que las au pairs no somos unas ladronas que iremos arañando de ese dinero, y este pequeño gesto facilitara enormemente la convivencia con la au pair.

La flexibilidad

Flexibilidad, flexibilidad... Nos repetimos mucho. Siempre hablamos de flexibilidad, pero eso parece ser exclusivo de las au pairs: modificar horarios, quedarse más horas, volver antes a casa para hacer un babysitting... Pero esto, señores, no funciona así. No es algo que vaya en un solo sentido, ha de ser mutuo.

¿Como pueden ser flexibles las familias? Pues para empezar, no contando horas, pero teniéndolas en cuenta. La au pair vive con vosotros, y si es una buena au pair, hace cosas por los niños las 24 horas, siempre que este en casa en ese momento, aunque no sean sus horas de trabajo: leen cuentos antes de ir a dormir, ayudan a que los niños coman, peinan a criaturas de buena mañana.... Todas estas horas, porque si, son horas, y nadie las cuenta. Entonces no seáis tan quisquillosos como para llegar a casa 1 hora antes, y le digas a la au pair al día siguiente que se tiene que quedar una hora más en casa porque ayer hizo una hora menos.

Otra situación: tienes un niño pequeño, y tu estas en casa. El niño querrá estar contigo, es inevitable. No tengas la pachorra de dejar a la au pair todo el día con el niño berreado porque quiere estar con su madre, y tu rascándote la barriga en el sofá. O bien estas con ellos, o bien dejas a la au pair ese rato libre. Y si, no cuentes esas horas como "me las debes", porque otro día llegaras 2 horas tarde, y la au pair se callara la boca.

También esta el tema de cambiar horarios. Si la au pair lleva días avisándote de que va a hacer algo, y a ti ese día te sale un imprevisto, TE JODES. Ella te ha avisado, no tienes derecho a obligarla a cancelar sus planes porque a ti te va mal (a no ser que hablemos de una urgencia porque te estas muriendo, claro). ¿Te imaginas la situación al revés? La au pair te hace volver a casa 3 horas antes del trabajo porque ella tiene un imprevisto. ¿Impensable, verdad? Pues no hagáis vosotros lo mismo.


Familias, poner en practica estos consejos: nosotras ponemos en practica los vuestros. Hoy por ti, mañana por mi.

domingo, 2 de junio de 2013

Consejos para las familias

Siempre escribo consejos para las au pairs y nunca me había parado a pensar en escribir una entrada para las familias. Parece un tema tabú... Ninguna au pair escribe una entrada dando conejos a las familias, pero parece ser que las familias si que tienen todo el derecho en aconsejarnos y acribillarnos por doquier. Por esta razón, creo que es el momento de mezclar estos dos mundos (Familias y Au Pairs) y que nos demos consejos mutuamente. Los dos.

No os hagáis esperar

Teóricamente, la relación au pair-familia debería ser una idílica relación de igual a igual. Os imagináis que un día, la au pair decide decirte: "Hola HM-de-turno! Se que debería llegar aquí a eso de las 16:00 para empezar a trabajar, pero me he olvidado de decirte que hoy quedé con una amiga a tomar café, llegaré a casa un par de horas tarde así que te jodes y aunque hayas echo planes, te quedas tu con los niños, y eso si, me pagas esas dos horas de menos que hago! ¿De acuerdo? Gracias!".
¿Verdad que seria todo un escándalo y te quedarías con cara de gilipollas? Pues imagínate cuando eres TU la que llegas dos horas tarde, dos horas que la au pair tenia apuntadas como su tiempo libre, que quizá tenia planes o quería simplemente rascarse la barriga desde todos los ángulos posibles, dos horas de las que por cierto, la au pair no va a ver un puto duro extra.
Intenta llegar siempre a la hora convenida (a no ser que sea una urgencia (una urgencia de verdad)). Es cierto que la au pair trabaja para ti, pero eso no te da derecho a usarla, hacer y deshacer su vida como a ti bien te plazca.

Respeta la intimidad de la au pair

¿La au pair se mete en tu habitación y chafardea lo que tienes o dejas de tener? ¿Te dice después que la ordenes, que eso no le gusta o aquello tampoco?
Entonces, no hagas tu lo mismo. Es tu casa, pero es su zona. Cuando tu te vas a un hotel, el gerente no te deja un post it donde diga: "limpia tu cuarto y ordenarlo, guarra". Ten presente entonces, que tu casa es como un hotel, y la habitación de la au pair, es su zona, aunque tu seas el propietario.

Trabajar con los niños dormidos, también es trabajar

¿Tu dejas de ser padre a las 21:00, cuando acuestas a los niños? ¿Porque entonces, eres capaz de dejar a la au pair SOLA 5 horas por la noche con los niños, solo contando la horita que la has dejado acostando a los críos como horas de trabajo? ¿Representa que si un niño se despierta por la noche, como au pair no tengo porque atenderlo si total, no es "trabajar" porque los niños duermen? ¿Me puedo ir a tomar algo, porque total, no estoy trabajando?
Espero que veáis, que aunque los niños estén dormidos, eso debe contar como horas de trabajo, porque lo son.

Ten en cuanta a la au pair en las fechas especiales

Las au pairs también tenemos cumpleaños, estamos posiblemente en tu casa por navidad, en verano... Acuérdate de esto. La au pair les ha comprado un regalo de cumpleaños a tus hijos, y si no lo ha echo porque aun no ha llegado la fecha, lo harán. Han preparado manualidades con tus hijos PARA TI en días como el día de la madre, del padre, del abuelo y del espíritu santo, posiblemente terminando de noche ella sola y teniendo unas cuantas discusiones para que tus hijos pongan la mano aquí o allí, peguen esto aquí o allí, solo para que tu tengas un recuerdo bonito de ellos. Ella también pasa calor en verano, y quizá le gustaría llevarse a tus hijos a la piscina en vez de aguantar a niños aburridos y acalorados.
Así que por favor, regalale algo por su cumpleaños. Haz/Compra una tarta. Ponle un calcetín en la chimenea para navidad. Regalarle una tarjeta los días de celebración en tu país. Haz que los niños le hagan un dibujo o le escriban una carta, prepara algo bonito. Saca el bono familiar de verano en la piscina municipal.
No hace falta que sea nada caro: un libro, un CD de música, una sudadera, un jersey o un kit de dibujo. Ella te lo agradecerá muchísimo, y la harás mucho más feliz de lo que jamás podrías imaginar. No es el regalo, no es su valor, es el echo de que alguien se acuerde de ti en un día especial lo que se agradece tanto.

Ten en cuenta a al au pair en tu día a día

Trae merienda también para ella cuando vayas a por pastelitos a media tarde. Llámala para comer y para cenar aunque este en su cuarto porque no esta trabajando. No la hagas estar con los niños de otros, si vienen amigos a cenar. Pregúntale si os quiere acompañar a pasar el día fuera.

Ella puede que no le apetezcan en ese momento los pastelitos, o puede que no tenga ganas de cenar, o que no quiera pasar su día libre con vosotros. Pero pensar en la sensación que puede tener, si baja a cenar y os ve a todos ya terminando y nadie la ha avisado de que la comida estaba lista. O se da cuenta de que no hay merienda para ella. O de que no la queréis a vuestro lado. Imaginar, solo por un momento, como os sentiríais vosotros.

Ser comprensivos

Las au pairs también son personas. Tiene sus días malos, y sus días buenos.
Voy a poneros un ejemplo:
¿Cuantos días queréis, con todas vuestras fuerzas, estrangular a vuestros hijos con las dos manos? Y no me seáis hipócritas, que ningún padre se libra de esto. Va con el carné de padre.
Pues imagina que no son tus hijos, pero los tienes que aguantar como si lo fueran. Y no puedes poner mala cara. Ni gritar. Lo único que puedes hacer es tragarte toda la rabia, poner una sonrisa y seguir para adelante.
Así que cuando lleguéis, no le digáis a la au pair: ¿Te puedes quedar 30 minutitos con los niños, que me voy a comprar unas cosas al super?
No seáis tan retorcidos. Puede que la au pair este al borde de un ataque de nervios. Cuando lleva 8 horas con los niños, darle la opción de huir. Si no te puedes llevar a los niños, dale la opción a la au pair de irse ella a comprar: "Necesito ir al super: ¿quieres ir tu o prefieres quedarte con los niños?".
Creerme, no es bueno hacer llegar a una persona hasta el limite de su paciencia.

No hagáis las cosas que la au pair tiene prohibidas

No quiero que los niños miren la TV, no quiero que coman caramelos, no quiero que corran por la calle, no quiero que jueguen con agua, no quiero que coman a deshora, no quiero que las habitaciones estén desordenadas, no quiero que los niños coman como animales, no quiero que los niños coman comida basura...
¿Cuantas veces has dicho todas estas cosas? Las au pais se parten el lomo cumpliendo cada una de las prohibiciones que tu les indicas, para que después, llegues tu, les des un beso a cada churumbel y les enciendas la TV; TV que por cierto, los niños llevan pidiendo desde hace 4 horas y la au pair lleva cada minuto de esas 4 horas diciéndoles que eso no puede ser. ¿Lo ves justo? No lo es.
Son tus hijos, pero son las normas de TODOS. No pidas que las au pairs hagan cosas que tu no vas a cumplir, porque de cara a los niños, tu seras la madre guai que les pone la TV y les da chuches, les cocinas pizza y la au pair la mala malísima que les dice a todo que no y les cocina verdura y ensaladas. ¿De verdad quieres que tus hijos tengan esa idea de la persona que les cuida durante casi todo el día? ¿Esa es la felicidad que quieres para ellos? Piensa en ello. Cambia de actitud. Ayuda a que las normas sean para TODOS.

No dejes que la au pair se entere de las cosas por los niños

"Mi mama mañana tiene una cena en el trabajo" "Mi papa se va de viaje la semana que viene y me traerá caramelos" "Mi mama dice que no haces (añadir aquí algo)" "Mi papa dice..."

Estas cosas, familias, joden mucho. Las au pais nos preocupamos para que nada de lo que hagamos/digamos y que os pueda ofender, llegue a vuestros oídos. No hacemos planes con semanas de antelación y no os avisamos. Y mucho menos lo decimos delante de los niños, que para quien no lo sepa, son pequeñas personitas programadas para cascar todo lo que escuchan y repetirlo palabra por palabra cuando menos te lo esperas.
Si queréis criticarnos, adelante! Nosotras también lo hacemos! Pero no permitáis que nos enteremos, y menos por los niños. ¿Que narices pensaran tus hijos de esa persona que los cuida, si oyen estas cosas? Y no solo eso, sino que estas cosas, es casi seguro que llegaran a orejas del blanco al que atacáis.
Si tenéis planes, y lo sabéis, contárnoslo. No nos dejéis enterarnos por los niños.
Y sobre todo, no uséis a los niños para comunicarnos cosas. Si una au pair tiene que creer todos los "Mi mama me ha dicho que has de hacer.../ que no puedes hacer..../ que puedo hacer..." de los niños, estamos listos. Y por supuesto, eso puede acabar o bien prohibiendo algo que tu si que has autorizado, o al contrario, autorizando algo prohibido. Hacerme caso, no hay notita pegada en la nevera que por bien no venga.


PD: Siento lo abandonado que está blog, pero mi día no tiene más horas. Hasta finales de junio no creo que pueda colgar nada más. De todos modos, esperarme, que volveré ;)